Saturday, April 21, 2007

Crash! Boom! Bang!

That's the call, that's the game, and the pain stays the same ...


(Tomada de la canción con ese nombre de Roxette)

Sunday, July 10, 2005

Muerte #4

Miércoles, algún día del 2005. ¡...no!

Primero, es una sensación de flotar con la panorámica del lugar donde vivía o donde sucedió. Ir bajando, descendiendo, pero esta vez no poder aterrizar, no poder regresar, y quedarse flotando.

Empiezas a ver caras conocidas, cosas conocidas, actividades conocidas; parece que estás medio dormido, muy cansado, como que participando muy lentamente en esas acciones, pero por algún motivo no te acuerdas de todo lo que haces. ¿Cómo llegaste allí? ¿Qué estabas haciendo antes? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Por qué estoy tan aletargado y tan... ausente?

Después te das cuenta de que no percibes todas las sensaciones, de que no es lo mismo tomar una taza, no es lo mismo hablar con alguien, no es lo mismo caminar hacia a un lado.

Poco más tarde me percaté que no podía escribir la fecha de hoy y que quería escribir "Miércoles" y la fecha, pero ¿qué fecha era? pero el año ... 2005; pero ¿por qué con mucho esfuerzo sólo aparece un "miércoles" que no estoy muy seguro que yo escribí? aunque la letra parece ser la mía y el año "20005", aquí un cero sobra o el cinco ¿está mal? ¿por qué el cinco? Apenas y se distinguen esos ceros de pluma azul (otra vez a mi parecer) muy fuertemente intentados. Intento ahora dirigirle la palabra a dos de mis amigos en una reunión a la cuál no recuerdo cómo llegué y qué hago allí. Y entonces, finalmente me doy cuenta que no interrelaciono con ellos ¡porque estoy muerto!

A mi mente llega la certeza de que morí y ahora comprendo todo, las sensaciones escasas, la falta de energía, el por qué aparezco en escenas que no sé si son realidad o no. Lo comprendo. ¿Y mi familia?

Creo recordar un flashazo de ellos y los veo. ¿Los veo? Siento que están bien. ¿Lo están? No estoy seguro de nada de esto. Me pregunto y a mi ex-novia ¿le avisaron? ¿sabe que mientras ella se casó, ahora yo moría? Las cosas suceden por algo, me dije, era para no dejarla viuda. Pero ¡yo tengo novia! ¿Mi novia, sabe esto? ¿Cómo está? ¿Dónde está? ¡Necesito verla y avisarle! Avisarle... ¿qué? ¿cómo? ¿que estoy muerto? Ya lo sabe. ¿Pero qué? ¿Decirle qué? No sé ahora dónde estoy. Deseo con toda mi ¿alma? que esté bien. ¿En qué "estado" soy? ¿Soy alma, energía? Quiero decirle que la amo...

Retorno, como todo, extrañamente, a la mesa en donde me esforzaba por escribir en una libreta a cuadros pequeños, como las que siempre uso, una fecha: "miércoles" ¿de qué año? Regreso a esa escena donde mis amigos no me hacen caso en realidad y donde no sé dónde estoy. Y les pregunto a gritos "¿Saben lo que es estar así? ¿Saben lo que es no saber en qué momento te irás y no regresarás jamás? Quizá sin poder despedirse nunca ni decir nunca nada más." No responden, ¡no me hacen caso! Grito nuevamente: "¡Pues así estoy yo! Y mientras ustedes no vivan su vida así, ¡se quedarán como estoy yo! ¡Con una incertidumbre de mierda que los desgasta! Si no viven su vida ahora al máximo todo el tiempo sin dejar reservas y aprovechan todo hoy al momento sin miedos, ¡estarán como yo! ¡Vivan sin mañana! Derrochen su vida, si no, ¡no han entendido NADA!".

Me desgañité de tanto grito ¿Lo comprendí yo? ¿Comprendí yo lo que acabo de decir? Creo que no. Pero algo pasa, empiezo a sentir la sensación de flotar nuevamente. Una panorámica de un lugar parecido, muy parecido a donde vivo, pero no es donde estaba yo físicamente. Pero planeo hacia algo.

Siento que comprendí algo hoy. Ahora, en mi mente, aparece la libreta y un "miércoles" (sí, así) tachado y empiezo a ver las letras que forman "Domingo". Hoy es domingo.
Aparezco ahora en un claro sueño donde mojado por la lluvia corro descalzo dentro de un estacionamiento de la unidad habitacional donde vivo, muy parecido a la realidad, pero no es el mismo lugar en sí, sólo se parece mucho. Corro hacia arriba en ese estacionamiento desnivelado. Corro. Llego al edificio (muy parecido otra vez, pero no es ese) donde vivo. Parece que entro al edificio pero en realidad... despierto.


En este momento me quedo recostado en cama, con mi pluma en la mano con la que escribí esto, y con la extraña y gratificante sensación que durante este "sueño" he tenido: Mi pecho inflamado, lleno de energía, casi por explotar, indicio de una conexión cósmica, con una sensibilidad no habitual y con la gratitud de Vivir y poder contar esto.

Xalapa, Ver. Domingo 10 de Julio del 2005 3:30am

Thursday, June 23, 2005

Que La Fuerza esté con nosotros

Las cosas Siempre pasan por algo, es decir, tienen su razón de ser. Esto lo sé, se me ha enseñado y cada vez lo siento mejor comprobado y comprendido.

Hace unas semanas apenas tuve un accidente de tránsito. Un tipo en un auto viejo y él con aliento alcohólico se pasó un alto en una avenida importante y concurrida. Después del impacto y de percatarme que estaba bien y que el infractor también lo estaba, aunque golpeado, hice lo propio de acuerdo a avisar al seguro, conseguir una ambulancia para el otro conductor y atender a la policía que llegó.

El evento bien pudo ser muy diferente según lo analicé después. Yo finalmente me impacté con el lado delantero derecho de mi auto con el lado delantero derecho del suyo. Pero él bien pudo haber impactado su lado delantero izquierdo mi costado izquierdo, pues nos impactamos en diagonal, y el impacto hubiese sido directo a mí. Yo llevaba mi cinturón de seguridad, pero él no, y con ese impacto posible, pudo haber sido de consecuencias en verdad fatales.

No sé si fue lo poco que alcancé a frenar cuando lo vi ya encima de mí. No sé si fue que no iba tan rápido yo, o qué razón, pero afortunadamente ese impacto mortal no ocurrió. Siento que La Fuerza me acompaña. Es una manera de decir que “Dios me protege siempre” o que “no me tocaba”. Para mí, es más adecuado ese comentario que ningún otro.

Todo esto sucedía apenas una semana después que otro suceso igual de fuerte y más delicado ocurrió cuatro años antes. Mi secuestro “express” resultó sin más resultados que el económico y un susto tremendo para mi familia y mis seres queridos y personas cercanas. En ese entonces pensé lo mismo. Mucha, mucha gente me ayudó a mí y a mi familia; todo resultó bien pues salí íntegro e ileso.

Recordaba esto y pensaba escribir algo referente al momento en que volví a ver, después de 24 horas de ceguera inducida por mis captores, a un rostro familiar que aprecié con todas mis emociones juntas volver a ver: mi propio rostro. Estaba vivo, estaba bien. “Es bueno, muy bueno, volverse a ver uno mismo cada nuevo día”. La Fuerza nos acompaña.

Hace apenas dos semanas un tío mío, muy querido, muy cercano, falleció después de muchas cosas y de su aparente estabilidad y mejoría de salud. Fue otra víctima más del cigarro. Sí, si ustedes subestiman este vicio les puedo decir que en esta familia, mi familia por parte de mi mamá, el cigarro nos ha arrebatado a cuatro de nosotros. Entre el cáncer y los problemas cardiacos que provoca se centran sus consecuencias.

Sin embargo, las cosas tienen su razón de ser y confío que en esa experiencia propia se vuelva en testimonio para otros, ojalá en principio, en nosotros mismos, la familia.

Mi Tío ha regresado a formar parte del Absoluto, regresó al origen de La Fuerza. Su experiencia humana en esta ocasión ha finalizado. Lo extraño mucho, pero sé que está, como todo y como todos, aquí y ahora en el mismo Todo como parte del Todo.

Este año, es año de cambios, como lo fue para mí el 2001, el 2005 presenta en mí, mis ciclos de 4 años que experimento con regularidad.

Me siento muy Feliz por muchas razones, personalmente tengo cambios en el lado sentimental que me llenan, es maravilloso todo esto.

Me siento tan completo porque Vivo, porque disfruto, porque aprendo. Por que Vivo mi Vida. Por que La Fuerza me acompaña.

Por todo lo anterior, por lo presente, por lo que viene, por el aquí y el ahora. Por todo, Que La Fuerza esté con nosotros… ¡Siempre!

Friday, January 28, 2005

Muerte #1

Estabamos en la plaza, como es común, es empedrada y está rodeada de los arcos de las casas importantes y de los lugares de gobierno. Allá adelante se ve la fuente, sin agua y medio rota, y al fondo se ve la escalinata que lleva a la iglesia.


Ya estaba cansado de pelear. La espada me pesaba y el escudo era muy incómodo y duro. Él, como yo, sabíamos que esto se tenía que terminar ya. Era él o era yo, y ya llevábamos varios minutos en fuerte contienda.

Empuñe una vez más con fuerza y me lancé hacia mi derecha, me rechazó el golpe con la espada. Inmediatamente traté de cruzar otro espadazo a su flanco derecho, pero su escudo le fue útil nuevamente. Al girar invertimos posiciones y contraatacó; el escudo, la espada, el escudo dos veces más me ayudaron. Giramos de nuevo, una estocada mía, la esquiva. ¡Otra!, empuja mi espada a mi lado izquierdo con la suya. Me empuja con el escudo y lo rechazo. Tensos segundos de separación.

Se ve más entero que yo. Yo me siento agotado ya. ¡Pero acabaré con él! Así que hacia adelante y hacia arriba, blando la espada y hacia abajo: escudo, otra vez misma arremetida: espada. Da un paso atrás por impulso de mi segundo golpe. Aprovecho: de izquierda a derecha hacia el cuello: su escudo. Empujo: paso hacia atrás de él, pero se recupera y golpea: mi escudo. Tomo mi empuñadura al revés, blado hacia arriba, funciona, pero a medias: reaccionó rápido. Recuperamos posiciones y arremetemos ambos con mucha fuerza. Yo recuerdo gritar, pero de él no recuerdo más que algún ronco gemido.

Las hojas se ahora crispan en lo alto. Avance mío: escudo. Remate de él: escudo. Nuevamente él: escudo. Siento que éste se cuartea y me arde el brazo por el duro retumbar del golpe. Me pesa más la espada. Hacia adelante, me rechaza con su escudo. Nuevamente dos lances de él que rechazo con mi escudo: ¡me arde, me quema el brazo! Ataco: escudo; embisto con una estocada a mi izquierda, la esquiva y golpea mi espada hacia abajo, ésta se golpea contra el piso y me retumba la mano. Me siento cansado... Arremeto hacia arriba desde mi izquierda: escudo en lo alto; de nuevo voy por arriba: su escudo retumba. Voy a contraatacar y ... ¡Recibo un golpe duro! Seco.

Me sacudo.. inmediatamente siento que el golpe retumba en mi pecho como caja de resonancia, me contraigo de todo el cuerpo del abdomen hacia arriba. Me falta el aire. Me sacudo. Suelto mi espada, cae a mi lado derecho, y se oye su estrépito contra la piedra. Él da un paso atrás. Mi mirada sigue hacia el frente pero la siento vacía.

Acerco mi mano libre a mi costado izquierdo. Caliente. Mojado. Agacho la cabeza un poco para ver mi mano: bañada en sangre, ¡es mi sangre!. No hay dolor. Veo extrañado mi mano al girarla un poco y vuelvo a mirar al frente lentamente. Pero mi vista ya no tiene el mismo alcance. Mi brazo izquierdo aún doblado con el escudo, ya no se sostiene, cae y el escudo se desliza y golpea el piso. Me cuesta mucho intentar respirar, sólo consigo pequeñas inspiraciones como jadeando. El sonido empieza a perderse.

Mi mirada se empieza a nublar, continuo sintiendo cómo los sonidos los voy dejando de percibir. Siento cómo me baja la temperatura: debo estar muy pálido y mis ojos se estarán vidriando o algo similar. Caigo de rodillas sin oposición, me ladeo a mi izquierda y caigo completamente. No siento el golpe de la caída. No sé si me golpeé la cabeza. La trato de enderezar, pero las fuerzas me están abandonando rápidamente. Veo sus pies, cómo da otro paso hacia atrás para contemplar lo que me está ocurriendo. Veo lo horizontal, mal nivelado y accidentado del empedrado y alcanzo a ver muy borrosa la base de la fuente de piedra.

Mi vista se nubla más, siento frío, pero al mismo tiempo dejo de sentir y dejo de escuchar poco a poco. Siento un poco del denso líquido que se escapa de mi ser. Tengo ganas como de llorar, pero no tengo la energía para hacerlo, se van perdiendo mis sentidos todos. Cada vez siento menos, menos energía, menos calor, menos. Sólo percibo muy lejanos los latidos cada vez más dificultosos de mi corazón. Menos, menos, menos... Me quedo quieto, no me puedo mover, por más que lo deseo, mi mente se va haciendo lenta, muy lenta, no coordino ideas, tengo imágenes, no sé que son ¡me estoy vaciando en todos los sentidos! Menos, menos, menos, Menos, MENOS.

NADA.


Aquí, en este momento fue que me desperté. Muy sobresaltado ¡¡Respiro!!

Fue la primera vez que soñé que moría...
o ¿Realmente ya morí esa vez?

Veracruz, Ver., Septiembre del 1995 (aproximadamente).

Monday, January 03, 2005

2005

Este es como el título de Episodio IV.

Así que adelante!!

Sunday, December 21, 2003

Sueño #14

En realidad estaba yo en mi cuarto con alguien, una amiga. Mi hermana pasó a un lado de la recámara y nos dijo que nos durmiéramos. Vi a mi mamá jalando como u n hilo o cuerda; estaba limpiando unios tubos como de pequeño drenaje que recorría los tres pisos de la casa.

Aparecieron como del drenaje, después de que salieron unas ratas miniatura de apenas dos o tres centímetros de largo que había que aplastar para matarlas.

Eran unos insectos de grandes de hasta casi 20 cm de tamaño, semitransparentes: una hormiga con pico de aguja (como las agujas hipodérmicas) color ámbar y una especie de escorpión color verde claro. Van en pareja, parece que el escorpión cuida de la hormiga. Ellos se ven semitransparentes y su tamaño se debe a la cantidad de líquido que llevan.

Ese líquido es una especie de ácido, se evapora rápidamente, sólo lo huelen estos mismos insectos y cuando lo hacen, aparecen pequeñas “hormigas” que lo absorben rápidamente con sus agujas y crecen mientras recuperan ese líquido.


Los vi salir, aplasté una hormiga grande, se pulverizó y regó su líquido de color metalizado, pero evaporable rápidamente. El escorpión detectó rápidamente la ausencia de su compañera y después de, me pareció, lamentar su pérdida, todo siempre muy rápido, empezó con su aguijón a absorber el líquido regado por su compañera, por lo cual empezó a crecer.

Al momento que crecía mientras absorbía casi todo el líquido que estaba regado, llegaba rápidamente una pequeña hormiga, que cuando son pequeñas sólo parecen cilindros móviles con pequeñas agujas.
Son muy rápidas y venía con muchas velocidad, así que lo empujé como puede hacia la cola del escorpión al que inyectó y lo empezó a absorber, y a vaciarlo y hacerse pequeño en consecuencia.

El escorpión se dio cuenta, pero el vaciado de la pequeña hormiga que se agrandaba era muy rápido. Pareció que la hormiga se hubiese dado cuenta de su error, pero como si sólo detectara la presencia del líquido y tuviera que absorberlo sin detenerse hasta obtenerlo todo, no se pudo parar y absorbió por completo a su compañero que al quedar completamente vacío se pulverizó. En ese momento, al tener la hormiga un tanque lleno, medir unos 30 cm. y sin guardián, se quedó vulnerable y la aplasté, regando su líquido. Mi mamá me dijo que era una especie de ácido anhídrico (¿venenoso para nosotros?).

La cantidad era considerable y observé cómo ese líquido comenzaba a evaporarse y como ese vapor se desplazaba y avanzaba, y cómo atrajo más hormigas-tanque miniatura. Se veía que la prioridad era el líquido y después nosotros, los humanos, pues después dejé que absorbieran un poco de líquido para después matarlas más fácilmente por su tamaño.

Quedó una sola de las tres hormigas que llegaron, la cual, pequeña, rápida y con su aguja extendida se dirigía en línea recta hacia a mi. No supe si lo que quería era tomar de mi sangre, pero más bien lo que creo es que quería inyectarme esa sustancia.

Alcancé a esquivarla un par de veces pues parecía que no me veía, sino que me detectaba y al estar acorralado, escapé pegando un brinco y hallando la manera de no poner los pies en el piso; me escabullía de ella y finalmente, ¡la aplasté!

Pero... ¿qué son estos?


Había además otro insecto que parecía una especie de escarabajo de metal, pero con agujas y cuchillos en su caparazón, que iba cambiando, conforme lo que quería hacer o su deseo. Pero lo peor es que lanzaba a corta distancia esos mini-cuchillos y agujas.
A mi perro, un antiguo pastor inglés, que ya se había acercado, trató de aventárselas, pero no le hicieron daño. Y ese escarabajo, aunque pequeño, parecía que sólo “practicaba”, pues todo indica que habría que prepararse ara enfrentarse a un humano... “¿cómo destruirlo?”.

¿Qué son? Parecen ser nano-máquinas, nano-organismos artifícales creados por nosotros mismos. ¿Con qué fin? ¿De dónde escaparon?

Aún no me ha pasado nada... ¡pero saldrán más del drenaje ...!

[Fin del Sueño]

Menos mal que no vuelan.

- ¿Qué es ese zumbido?
- ¡¡Dios mío!!

México, D.F.

Wednesday, November 12, 2003

¡Yo, Despierto! (Obra de Teatro, 1 Acto, 1 Escena)

Escenario: Amplia sala, no hay muebles, todo blanco, fondo blanco.
Cambia de acuerdo a la escena.
Personajes: Yo.
Un amigo.
Un joven muchacho.
Una guapa y joven mujer.

ACTO I
Escena 1
Aparezco leyendo un libro. El Libro de Mi Vida. Mis Vidas.

¡YO DESPIERTO!

¡Así quiero estar...!

Y me refiero a ese estado de conciencia en el que las cosas son lo que son, no son una mera suplantación de emociones negativas a la realidad en la que estoy.
Quiero darle emoción a lo emocional, intelecto a lo intelectual; movimiento, instinto, sexualidad a lo que le corresponde.
Desde aquí... observo el mundo y veo.. violencia, peleas, depresión... Guerras! Tanto dolor... pero peor aún... ¡tanto Sufrimiento!


Aquí, desde aquí, puedo observar mis vidas... y allí y allá..., ¡sigo sin comprender!
Pero hay algo importante... aquí y acá y más acá, las veces anteriores no las había comprendido... ni siquiera había llegado a la edad en la que la última llegué. Sí, miren, por acá, fui un artesano en la Edad Media, aquí, un comerciante en el Renacimiento... más acá, fui un aborigen en una costa australiana...

Y como siempre que regresamos... Olvidamos. Bendita naturaleza del ... “Absoluto”, que nos permite a través de esta extrema fascinación por lograr mediante esta mecánica que conocemos comúnmente como “VIDA” el más grande de todos los aprendizajes. ¡Sí!... el de ¡¡¡ VIVIR TODAS LAS EXPERIENCIAS !!!

¡Es impresionante! Es como si leyeras un libro o vieras una película, en la que cierto personaje tiene un papel increíble ¡siempre pleno!... claro, pero esa abundancia pueden ser dotes musicales, capacidad intelectual, dinero, poder, pero también, puede ser pleno de discapacidad, pobreza, racismo, marginación, drogadicción, prostitución... ¿Te imaginas? Es una cantidad impresionante de situaciones, de vivencias... ¡de emociones!

¡Por supuesto! Al final, ¡lo que importa son las Emociones!: Lo que a Mí representó lo que Viví.

Ya lo dije... las emociones negativas vienen fáciles y tratan de suplantar a las emociones positivas o a otras funciones... Pero sé que vivir cada emoción positiva, cada emoción de placer... ¡es para lo que realmente venimos aquí!
Increíble certeza que se nos escapa... ¡VIVIR INTENSAMENTE... !! ¿¿Qué cosa?? ¡Nuestra vida!!!


¿Mi vida... ? Bueno.. ¿Mis vidas? En este momento puedo hablar de ellas. Estoy a punto de regresar de nuevo, pero hay tiempo. Aunque no hablaré de todas, pero, hablaré de las vueltas que llevo de mi última vida. Para que te des una idea: ¡La he vivido ya seis veces!


La 1ª fue así. Yo era muy joven, era miembro de una familia “normal” digamos, tenía mis amigos, iba a la escuela, pero uno de esos amigos le entraba a la droga, él me ofreció y me vi tentado, ¡la probé! Y nunca la pude soltar, es impresionante la dependencia que le puedes llegar a tener, ¡la tremenda desesperación de querer dejarla y no poder!
Es impresionante, estaba ya muy metido. Un día este amigo, él y yo comenzamos a pelear, por un paquete de droga, ¡por una grapa! Y comenzamos a discutir, la pelea subió de tono, nos dijimos cosas inverosímiles en nuestros cinco sentidos y forcejeamos y
– ¡Cálmate Ya!
– ¡Oughhh!
Morí apuñalado por quien era mi amigo...

La 2ª vez fue la misma situación, yo joven, la escuela, mis amigos, la droga, nuevamente me vi sometido a la dependencia tan frustrante y tan agobiante. Esa misma noche, estaba comenzando a discutir con mi amigo por la droga, pero algo pasó y no me peleé con él, me peleé en cambio con la droga. Pero no la pude dejar.
Una noche en una disco, hubo una redada, a nosotros nos agarraron por posesión de drogas y fui llevado a la cárcel.
¿“Reformatorios”? ¿Centros de “readaptación social”? ¡Por favor señores! Son una verdadera escuela del crimen. Allí, me di cuenta de mi verdadera vocación: Traficante de drogas. Allí aprendí lo que necesitaba saber, la dejé, y empecé a venderla adentro del penal. Para cuando salí, por buena conducta, ya tenía todo organizado: bandas, territorios, ¡todo eso me dio poder! A los que me estorbaban los quitaba de enfrente. Un día, en un restaurante y mientras estaba esperando una mesa ...
[Aparece un muchacho que me dispara]
Morí baleado, me mató un joven de 17 años, que también murió allí mismo, lo mataron mis guardaespaldas. Él me fue a matar porque yo eliminé a su hermano, me debía mucho dinero. Así acabó.

La 3ª vez. Lo mismo, pasó el mismo evento de que me ofrecían la droga, pero esta vez, algo pasó... No sé, no me interesó, simplemente ¡No me interesó! Creo que comprendí en mi vida anterior a lo que me llevaría, y esta vez, la rechacé. Sin embargo, esta “película” tenía todavía cosas pendientes por enseñarme.
Secuestraron a mi hermana. Un día no llegó a la casa, estuvimos muy preocupados sin saber nada de ella. No saben, ¡ni siquiera lo imaginan! La incertidumbre es terrible, es avasalladora, es ¡Sofocante!
Después de dos días una persona se comunicó con nosotros exigiendo un rescate y amenazando con que no avisáramos a la policía o que nos mandaría pequeños “recados” con partes de su cuerpo para que viéramos que de veras la tenían. Conseguimos el dinero que nos pedían y mi hermana fue liberada.
Pero, después de eso, con ella las cosas ya nunca fueron iguales: no lo superó. Se sumió en una depresión terrible y se volvió alcohólica. Cada día se emborrachaba, de ese evento no hablaba nada, a nadie, nunca supimos qué le pasó en realidad, ni cómo ayudarla, era imposible con ella, ¡siempre borracha!
Un mal día, recibimos una llamada telefónica de una de sus amigas desde el hospital. Pero se suponía que habían salido a pasear y ¡nos llamaba ahora porque mi hermana falleció de una congestión alcohólica! No habían llegado a tiempo al hospital.
Mis papás, recibieron muy mal la noticia, mi madre se sumió en una depresión espantosa, jamás la había visto así, todos sus achaques aparecieron de repente, la hipertensión, el azúcar, se nos fue muy rápido... No había pasado ni el año y medio de lo de mi hermana y falleció.
Mi papá mayor que ella, se fue igual. ¡En muy poco tiempo me quedé solo! ¡Sólo! Es terrible la sensación de Abandono que sentía. No podía seguir Solo, todo yo, solo. Así que observando una foto de la que fue mi familia alguna vez, tomé una decisión, y me dirigí a una farmacia; sabía bien qué comprar. Cuando llegué allá, la vi ...
[Se ve atendiendo en la farmacia a la joven y guapa mujer]
¡La vi a "Ella"! Sentí un tremendo jalón que me llamaba, ¡pero no le hice caso! No le quise hacer caso a esa sensación. Compré el medicamento, me fui a la casa, [me tomé la medicina] y nuevamente observando la foto de mi familia, me quedé dormido... dormido.

La 4ª vez. Pasó lo mismo, lo de lo droga siempre pasaría, lo del secuestro también ocurrió... La incertidumbre, ese miedo ¡es terrible! ¡Terrible! Pero ésta vez, después de que liberaron a mi hermana, no lo sé, supongo que ahora ella lo entendió. Sintió que necesitaba ayuda y habló con nosotros, tomó terapia. ¡Para eso son las terapias! para reconciliarnos a nosotros mismos con nuestro pasado. ¡Y lo superó...!
La familia, aunque fue difícil, también lo superamos. Creo que entendimos el evento y nuestra vida transcurrió "normal". Lo más que les puedo decir es que me dediqué a ser mecánico automotriz toda mi vida y morí de diabetes.

La 5ª vez. Lo de la droga, lo del secuestro, ocurrieron, no pasó nada grave, supongo que lo habíamos entendido.
Aquí lo que ocurrió es que me vi tentado por negocios que dejaban bastante dinero, negocios digamos “turbios”. Ya saben, corrupción, cosas por abajo del agua, compadrazgos, amiguismos, favores y relaciones. Pero amasé una buena cantidad de dinero. ¡Dinero!
Pero me volví déspota, me volví pedante, muy ufano, me estaba yendo tan bien que hasta estaba pensando en incursionar en la política, aunque nunca lo hice.
Finalmente a los 59 años fallecí. Digo, supongo que no quise llegar a la “edad senecta” y recibir mi credencial del “INSEN”.
El dinero no me lo gasté, ni lo disfruté, y al final fue repartido entre abogados y mis dos ex-esposas, pues dejé mi patrimonio intestado.
Por cierto, mi primera ex-esposa, una jovencita de sociedad, bonita; yo era bastante mayor que ella, pero que importaba, yo era un buen partido. La segunda, fue una actriz del momento, muy guapa. Pero nunca las amé, a ninguna de las dos, así que de la farmacia y de "Ella", ¡ni hablamos!

La última vez. La sexta. Ya saben, drogas, secuestro, negocios, etc., pero esta vez, no me llamaron la atención ese tipo de negocios. En cambio, renté un pequeño local en el cual vendía artesanía mexicana. Todo muy tranquilo, "normal", podemos decirlo, pero en lugar de meterme en negocios tan riesgosos por el dinero, renté ese local que logré hacer crecer con el apoyo y con la correcta renumeración a unas familias oaxaqueñas que conocí en una viaje que hice en una Semana Santa.
Por cierto, el local estaba frente a una farmacia. Y entonces, un día, la ví a "Ella". ¡Ella!
[Se observa nuevamente la mujer guapa y joven]
Sentí ese tremendo jalón y esta vez le hice caso. Me acerqué, nos conocimos, nos hicimos novios y después nos casamos. Tuvimos hijitos y todo esto. Todo pareció haber sido muy rápido, pues a unos meses de conocernos fue que decidimos estar juntos por siempre. Desde la primera vez lo supe. Ahora lo sé con claridad y lo confirmo: ¡Era mi Alma Gemela!
No podía haber sido diferente.
Pero hay ciertas cosas que no hice bien, fui un esposo muy celoso al principio, y un padre incomprensivo, dejé a mis padres en un asilo, creo que eso lo puedo mejorar. Esa vez un infarto me mató a los 54 años. Ya saben: falta de ejercicio, sobrepeso, fumador.



Así que, pienso ahora, observo esta época. Desde aquí observo el mundo y veo violencia, peleas, depresión... ¡Guerras! Tanto dolor, pero peor aún, ¡tanto Sufrimiento!

Pero yo, Yo tengo la oportunidad de vivir de nuevo esta misma vida. ¡Es la misma vida! ¡Sólo que he tomado diferentes decisiones! ¡Le he dado la vuelta ya seis veces! ¡Y todavía no sé cuantas me faltan!
¡¡Todavía tengo tanto por aprender!! ¿Se dan cuenta? Esta película, este libro, aquí dice que dura ¡74 años! ¡Qué interesante! Son 20 años más, ¿qué se sentirá de todo lo que pasará? ¿Qué vivencias tendré, que emociones sentiré?


No recordaré este momento. Lo sé. Pero aquí tengo la oportunidad de ver mis vidas y tomar esta decisión. Además aquí me fue conferido un secreto... ¡un tesoro! Y se los puedo compartir, ¡Se los quiero compartir! ¡Lo sé, yo mismo no recordaré este momento!
[Saco algo de un sobre]
Pero, este tesoro, lo tienen que conocer, lo tienen que escuchar, pero sobre todo ¡lo tienen que AMAR! Este tesoro es esto.
[El objeto del sobre es en realidad un espejo, que se lo muestro al público]

¡Sí! ¡Velo! ¡Escúchalo! ¡Conócelo! ¡Ámalo!
Eres Tú.

¡Me despido! ¡Ya me voy! !Ya quiero regresar!

¡Quiero Ir a VIVIR MI VIDA INTENSAMENTE!

Es la vida que Yo mismo he elegido. Y voy, no para tomar una decisión. ¡Esa decisión Ya la tomé, la tomé Aquí!

¡A lo que voy es a comprender porqué tomé ésta decisión...!

FIN

Obra presentada el 26 de Noviembre del 2003 en el Auditorio del TEC de Monterrey, Campus Cd. de México, como parte de la “Semana de la Cultura” dentro del “Taller de Teatro”