Sunday, July 10, 2005

Muerte #4

Miércoles, algún día del 2005. ¡...no!

Primero, es una sensación de flotar con la panorámica del lugar donde vivía o donde sucedió. Ir bajando, descendiendo, pero esta vez no poder aterrizar, no poder regresar, y quedarse flotando.

Empiezas a ver caras conocidas, cosas conocidas, actividades conocidas; parece que estás medio dormido, muy cansado, como que participando muy lentamente en esas acciones, pero por algún motivo no te acuerdas de todo lo que haces. ¿Cómo llegaste allí? ¿Qué estabas haciendo antes? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Por qué estoy tan aletargado y tan... ausente?

Después te das cuenta de que no percibes todas las sensaciones, de que no es lo mismo tomar una taza, no es lo mismo hablar con alguien, no es lo mismo caminar hacia a un lado.

Poco más tarde me percaté que no podía escribir la fecha de hoy y que quería escribir "Miércoles" y la fecha, pero ¿qué fecha era? pero el año ... 2005; pero ¿por qué con mucho esfuerzo sólo aparece un "miércoles" que no estoy muy seguro que yo escribí? aunque la letra parece ser la mía y el año "20005", aquí un cero sobra o el cinco ¿está mal? ¿por qué el cinco? Apenas y se distinguen esos ceros de pluma azul (otra vez a mi parecer) muy fuertemente intentados. Intento ahora dirigirle la palabra a dos de mis amigos en una reunión a la cuál no recuerdo cómo llegué y qué hago allí. Y entonces, finalmente me doy cuenta que no interrelaciono con ellos ¡porque estoy muerto!

A mi mente llega la certeza de que morí y ahora comprendo todo, las sensaciones escasas, la falta de energía, el por qué aparezco en escenas que no sé si son realidad o no. Lo comprendo. ¿Y mi familia?

Creo recordar un flashazo de ellos y los veo. ¿Los veo? Siento que están bien. ¿Lo están? No estoy seguro de nada de esto. Me pregunto y a mi ex-novia ¿le avisaron? ¿sabe que mientras ella se casó, ahora yo moría? Las cosas suceden por algo, me dije, era para no dejarla viuda. Pero ¡yo tengo novia! ¿Mi novia, sabe esto? ¿Cómo está? ¿Dónde está? ¡Necesito verla y avisarle! Avisarle... ¿qué? ¿cómo? ¿que estoy muerto? Ya lo sabe. ¿Pero qué? ¿Decirle qué? No sé ahora dónde estoy. Deseo con toda mi ¿alma? que esté bien. ¿En qué "estado" soy? ¿Soy alma, energía? Quiero decirle que la amo...

Retorno, como todo, extrañamente, a la mesa en donde me esforzaba por escribir en una libreta a cuadros pequeños, como las que siempre uso, una fecha: "miércoles" ¿de qué año? Regreso a esa escena donde mis amigos no me hacen caso en realidad y donde no sé dónde estoy. Y les pregunto a gritos "¿Saben lo que es estar así? ¿Saben lo que es no saber en qué momento te irás y no regresarás jamás? Quizá sin poder despedirse nunca ni decir nunca nada más." No responden, ¡no me hacen caso! Grito nuevamente: "¡Pues así estoy yo! Y mientras ustedes no vivan su vida así, ¡se quedarán como estoy yo! ¡Con una incertidumbre de mierda que los desgasta! Si no viven su vida ahora al máximo todo el tiempo sin dejar reservas y aprovechan todo hoy al momento sin miedos, ¡estarán como yo! ¡Vivan sin mañana! Derrochen su vida, si no, ¡no han entendido NADA!".

Me desgañité de tanto grito ¿Lo comprendí yo? ¿Comprendí yo lo que acabo de decir? Creo que no. Pero algo pasa, empiezo a sentir la sensación de flotar nuevamente. Una panorámica de un lugar parecido, muy parecido a donde vivo, pero no es donde estaba yo físicamente. Pero planeo hacia algo.

Siento que comprendí algo hoy. Ahora, en mi mente, aparece la libreta y un "miércoles" (sí, así) tachado y empiezo a ver las letras que forman "Domingo". Hoy es domingo.
Aparezco ahora en un claro sueño donde mojado por la lluvia corro descalzo dentro de un estacionamiento de la unidad habitacional donde vivo, muy parecido a la realidad, pero no es el mismo lugar en sí, sólo se parece mucho. Corro hacia arriba en ese estacionamiento desnivelado. Corro. Llego al edificio (muy parecido otra vez, pero no es ese) donde vivo. Parece que entro al edificio pero en realidad... despierto.


En este momento me quedo recostado en cama, con mi pluma en la mano con la que escribí esto, y con la extraña y gratificante sensación que durante este "sueño" he tenido: Mi pecho inflamado, lleno de energía, casi por explotar, indicio de una conexión cósmica, con una sensibilidad no habitual y con la gratitud de Vivir y poder contar esto.

Xalapa, Ver. Domingo 10 de Julio del 2005 3:30am

Thursday, June 23, 2005

Que La Fuerza esté con nosotros

Las cosas Siempre pasan por algo, es decir, tienen su razón de ser. Esto lo sé, se me ha enseñado y cada vez lo siento mejor comprobado y comprendido.

Hace unas semanas apenas tuve un accidente de tránsito. Un tipo en un auto viejo y él con aliento alcohólico se pasó un alto en una avenida importante y concurrida. Después del impacto y de percatarme que estaba bien y que el infractor también lo estaba, aunque golpeado, hice lo propio de acuerdo a avisar al seguro, conseguir una ambulancia para el otro conductor y atender a la policía que llegó.

El evento bien pudo ser muy diferente según lo analicé después. Yo finalmente me impacté con el lado delantero derecho de mi auto con el lado delantero derecho del suyo. Pero él bien pudo haber impactado su lado delantero izquierdo mi costado izquierdo, pues nos impactamos en diagonal, y el impacto hubiese sido directo a mí. Yo llevaba mi cinturón de seguridad, pero él no, y con ese impacto posible, pudo haber sido de consecuencias en verdad fatales.

No sé si fue lo poco que alcancé a frenar cuando lo vi ya encima de mí. No sé si fue que no iba tan rápido yo, o qué razón, pero afortunadamente ese impacto mortal no ocurrió. Siento que La Fuerza me acompaña. Es una manera de decir que “Dios me protege siempre” o que “no me tocaba”. Para mí, es más adecuado ese comentario que ningún otro.

Todo esto sucedía apenas una semana después que otro suceso igual de fuerte y más delicado ocurrió cuatro años antes. Mi secuestro “express” resultó sin más resultados que el económico y un susto tremendo para mi familia y mis seres queridos y personas cercanas. En ese entonces pensé lo mismo. Mucha, mucha gente me ayudó a mí y a mi familia; todo resultó bien pues salí íntegro e ileso.

Recordaba esto y pensaba escribir algo referente al momento en que volví a ver, después de 24 horas de ceguera inducida por mis captores, a un rostro familiar que aprecié con todas mis emociones juntas volver a ver: mi propio rostro. Estaba vivo, estaba bien. “Es bueno, muy bueno, volverse a ver uno mismo cada nuevo día”. La Fuerza nos acompaña.

Hace apenas dos semanas un tío mío, muy querido, muy cercano, falleció después de muchas cosas y de su aparente estabilidad y mejoría de salud. Fue otra víctima más del cigarro. Sí, si ustedes subestiman este vicio les puedo decir que en esta familia, mi familia por parte de mi mamá, el cigarro nos ha arrebatado a cuatro de nosotros. Entre el cáncer y los problemas cardiacos que provoca se centran sus consecuencias.

Sin embargo, las cosas tienen su razón de ser y confío que en esa experiencia propia se vuelva en testimonio para otros, ojalá en principio, en nosotros mismos, la familia.

Mi Tío ha regresado a formar parte del Absoluto, regresó al origen de La Fuerza. Su experiencia humana en esta ocasión ha finalizado. Lo extraño mucho, pero sé que está, como todo y como todos, aquí y ahora en el mismo Todo como parte del Todo.

Este año, es año de cambios, como lo fue para mí el 2001, el 2005 presenta en mí, mis ciclos de 4 años que experimento con regularidad.

Me siento muy Feliz por muchas razones, personalmente tengo cambios en el lado sentimental que me llenan, es maravilloso todo esto.

Me siento tan completo porque Vivo, porque disfruto, porque aprendo. Por que Vivo mi Vida. Por que La Fuerza me acompaña.

Por todo lo anterior, por lo presente, por lo que viene, por el aquí y el ahora. Por todo, Que La Fuerza esté con nosotros… ¡Siempre!

Friday, January 28, 2005

Muerte #1

Estabamos en la plaza, como es común, es empedrada y está rodeada de los arcos de las casas importantes y de los lugares de gobierno. Allá adelante se ve la fuente, sin agua y medio rota, y al fondo se ve la escalinata que lleva a la iglesia.


Ya estaba cansado de pelear. La espada me pesaba y el escudo era muy incómodo y duro. Él, como yo, sabíamos que esto se tenía que terminar ya. Era él o era yo, y ya llevábamos varios minutos en fuerte contienda.

Empuñe una vez más con fuerza y me lancé hacia mi derecha, me rechazó el golpe con la espada. Inmediatamente traté de cruzar otro espadazo a su flanco derecho, pero su escudo le fue útil nuevamente. Al girar invertimos posiciones y contraatacó; el escudo, la espada, el escudo dos veces más me ayudaron. Giramos de nuevo, una estocada mía, la esquiva. ¡Otra!, empuja mi espada a mi lado izquierdo con la suya. Me empuja con el escudo y lo rechazo. Tensos segundos de separación.

Se ve más entero que yo. Yo me siento agotado ya. ¡Pero acabaré con él! Así que hacia adelante y hacia arriba, blando la espada y hacia abajo: escudo, otra vez misma arremetida: espada. Da un paso atrás por impulso de mi segundo golpe. Aprovecho: de izquierda a derecha hacia el cuello: su escudo. Empujo: paso hacia atrás de él, pero se recupera y golpea: mi escudo. Tomo mi empuñadura al revés, blado hacia arriba, funciona, pero a medias: reaccionó rápido. Recuperamos posiciones y arremetemos ambos con mucha fuerza. Yo recuerdo gritar, pero de él no recuerdo más que algún ronco gemido.

Las hojas se ahora crispan en lo alto. Avance mío: escudo. Remate de él: escudo. Nuevamente él: escudo. Siento que éste se cuartea y me arde el brazo por el duro retumbar del golpe. Me pesa más la espada. Hacia adelante, me rechaza con su escudo. Nuevamente dos lances de él que rechazo con mi escudo: ¡me arde, me quema el brazo! Ataco: escudo; embisto con una estocada a mi izquierda, la esquiva y golpea mi espada hacia abajo, ésta se golpea contra el piso y me retumba la mano. Me siento cansado... Arremeto hacia arriba desde mi izquierda: escudo en lo alto; de nuevo voy por arriba: su escudo retumba. Voy a contraatacar y ... ¡Recibo un golpe duro! Seco.

Me sacudo.. inmediatamente siento que el golpe retumba en mi pecho como caja de resonancia, me contraigo de todo el cuerpo del abdomen hacia arriba. Me falta el aire. Me sacudo. Suelto mi espada, cae a mi lado derecho, y se oye su estrépito contra la piedra. Él da un paso atrás. Mi mirada sigue hacia el frente pero la siento vacía.

Acerco mi mano libre a mi costado izquierdo. Caliente. Mojado. Agacho la cabeza un poco para ver mi mano: bañada en sangre, ¡es mi sangre!. No hay dolor. Veo extrañado mi mano al girarla un poco y vuelvo a mirar al frente lentamente. Pero mi vista ya no tiene el mismo alcance. Mi brazo izquierdo aún doblado con el escudo, ya no se sostiene, cae y el escudo se desliza y golpea el piso. Me cuesta mucho intentar respirar, sólo consigo pequeñas inspiraciones como jadeando. El sonido empieza a perderse.

Mi mirada se empieza a nublar, continuo sintiendo cómo los sonidos los voy dejando de percibir. Siento cómo me baja la temperatura: debo estar muy pálido y mis ojos se estarán vidriando o algo similar. Caigo de rodillas sin oposición, me ladeo a mi izquierda y caigo completamente. No siento el golpe de la caída. No sé si me golpeé la cabeza. La trato de enderezar, pero las fuerzas me están abandonando rápidamente. Veo sus pies, cómo da otro paso hacia atrás para contemplar lo que me está ocurriendo. Veo lo horizontal, mal nivelado y accidentado del empedrado y alcanzo a ver muy borrosa la base de la fuente de piedra.

Mi vista se nubla más, siento frío, pero al mismo tiempo dejo de sentir y dejo de escuchar poco a poco. Siento un poco del denso líquido que se escapa de mi ser. Tengo ganas como de llorar, pero no tengo la energía para hacerlo, se van perdiendo mis sentidos todos. Cada vez siento menos, menos energía, menos calor, menos. Sólo percibo muy lejanos los latidos cada vez más dificultosos de mi corazón. Menos, menos, menos... Me quedo quieto, no me puedo mover, por más que lo deseo, mi mente se va haciendo lenta, muy lenta, no coordino ideas, tengo imágenes, no sé que son ¡me estoy vaciando en todos los sentidos! Menos, menos, menos, Menos, MENOS.

NADA.


Aquí, en este momento fue que me desperté. Muy sobresaltado ¡¡Respiro!!

Fue la primera vez que soñé que moría...
o ¿Realmente ya morí esa vez?

Veracruz, Ver., Septiembre del 1995 (aproximadamente).

Monday, January 03, 2005

2005

Este es como el título de Episodio IV.

Así que adelante!!